Hernán no tomaba en cuenta las cosas pequeñas que a su alrededor transcurrian diariamente, se dedicaba unicamente a exagerar historias que no necesitaban recibir mayor atención, mientras su vida se encontraba en una encrucijada de tremendas encomiendas. Se apoyó en la ilusion de los diversos tropiezos que generalmente los hombres con menor aptitud logran sobrepasar sin más ahínco. Los vinculos de su vida parecian un monton de plumas blancas que comenzaban a teñirse marron al caer en el fango de las lluvias de febrero. En su niñes, las distintas apreciaciones que el entorno generaban a su incipiente mentalidad, fueron claves para su deterioro en su mayoria de edad.
En la escuela se le veia correr de un lado al otro sin mayor dificultad, sin embargo, no se podría decir que realmente se estuviera dirigiendo de manera común, su sonrisa parecia acallar aflixiones que no eran propias de su edad, pareciera que reia por problemas que a un mayor provocarian esbosar una cara de astio inmenso, intelegible. Por ello, los compañeros de salon en veces lo ayudaban aunque en la mayoria del tiempo lo trataban de amedrentar, lo que lograban con facilidad despues de descubrir sus debilidades, tan comunes en esa temprana edad.
La exaltacion de su animo aminoro poco a poco las voces intrigantes de quienes le rodeaban, pero como cualquier ser humano, la soledad lo orillo a encontrarse con unos nuevos amigos, idealistas, pacificos y sensibles que le rodeaban a donde el iba. Hernán no temia a sus nuevos amigos, estos lo apoyaban, incluso llegaron a instruirlo, asi, aunque estaba alejado de otros desarrollo de manera intrensa los diversos instintos del hombre comun. Se convirtio en un romantico, una filantropia mesianica de la cual se avergonzaria de manera bochornosa durante su juventud, así como un cariño exacervado hacia los diferentes tipos de vida a la humana.
La base principal de su idealismo era la prueba y el error, por lo tanto, en sí, su vida la planteo como un error del cual solo queda ir superando. Los vicios eran para el una forma de expiarse del propio error existencia, es decir, que el vicio es superable de manera fácil. Tal aseveración la puso a prueba, experimento con vicios de los más corrientes en el uso de su época, el resultado, aun pide ceniros. Por tanto, su idealismo termino en un fracaso, en error. Esto, por otro lado, podria ser una actualización a su hipotesis.
Es así como despues de su asesinato en la vieja ciudad de León, en Santa Clara, en la soledad de las cortinas de seda y el comfort de un sillon ortopedico y su cuarto otras veces minimalista, que con el tiempo se volvio en una biblioteca abandonada, sus amigos le rindieron tributo al acogerlo en el suave abrazo de las llamas, que solo los libros antiguos suelen dar. RIP
En la escuela se le veia correr de un lado al otro sin mayor dificultad, sin embargo, no se podría decir que realmente se estuviera dirigiendo de manera común, su sonrisa parecia acallar aflixiones que no eran propias de su edad, pareciera que reia por problemas que a un mayor provocarian esbosar una cara de astio inmenso, intelegible. Por ello, los compañeros de salon en veces lo ayudaban aunque en la mayoria del tiempo lo trataban de amedrentar, lo que lograban con facilidad despues de descubrir sus debilidades, tan comunes en esa temprana edad.
La exaltacion de su animo aminoro poco a poco las voces intrigantes de quienes le rodeaban, pero como cualquier ser humano, la soledad lo orillo a encontrarse con unos nuevos amigos, idealistas, pacificos y sensibles que le rodeaban a donde el iba. Hernán no temia a sus nuevos amigos, estos lo apoyaban, incluso llegaron a instruirlo, asi, aunque estaba alejado de otros desarrollo de manera intrensa los diversos instintos del hombre comun. Se convirtio en un romantico, una filantropia mesianica de la cual se avergonzaria de manera bochornosa durante su juventud, así como un cariño exacervado hacia los diferentes tipos de vida a la humana.
La base principal de su idealismo era la prueba y el error, por lo tanto, en sí, su vida la planteo como un error del cual solo queda ir superando. Los vicios eran para el una forma de expiarse del propio error existencia, es decir, que el vicio es superable de manera fácil. Tal aseveración la puso a prueba, experimento con vicios de los más corrientes en el uso de su época, el resultado, aun pide ceniros. Por tanto, su idealismo termino en un fracaso, en error. Esto, por otro lado, podria ser una actualización a su hipotesis.
Es así como despues de su asesinato en la vieja ciudad de León, en Santa Clara, en la soledad de las cortinas de seda y el comfort de un sillon ortopedico y su cuarto otras veces minimalista, que con el tiempo se volvio en una biblioteca abandonada, sus amigos le rindieron tributo al acogerlo en el suave abrazo de las llamas, que solo los libros antiguos suelen dar. RIP
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